Hace calor y abro la puerta del patio para que mi perro salga al sol.
Sé que es verano porque las moscas
entran a la cocina y, entre
perezosas y borrachas,
se chocan contra las baldosas blancas. La junta es negra.
Moscas vs. baldosas blancas.
Bien luminosas, ya he dicho que hace sol, y
yo como un melocotón sobre el lavabo, porque
es fruta de verano
y pringa.
Dedos que chorrean, moscas zumbando,
el perro afuera, de pie en la cocina, y
descalza, porque ya he dicho que hace calor.
Comer sobre el lavabo es más de verano que cualquier canto malavenido de cigarra.
Pero las moscas de junio, creo,
también lo son.
A